Los alcances del libre albedrio

¡Las graves consecuencias de manipular energéticamente a otros!

Es de público conocimiento que, desde siempre, muchas personas se han dedicado a realizar trabajos energéticos. Sin embargo, segun lo que tengo estudiado, fue a principios de los años 90, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, cuando estas prácticas comenzaron a ganar mayor visibilidad aca en Argentina. Incluso, en su biografia no autorizada que lei (olga wornat) se cuenta que el era fiel creyente del tema y tenia toda una estructura para expandir esto (Y me lo confirmaron dos nativos de Anillaco que conoci hace un par de años) En ese contexto, de grandes cambios sociales y económicos, tambien en nuestro pais, muchas personas recurrieron a lo esotérico, a veces por desconocimiento, buscando soluciones rápidas o poder sobre los demás. Es como que la tentación de manipular la voluntad ajena se hace más fuerte en climas de incertidumbre y malestar. Y si a eso le sumamos el desconocimiento de causas y efectos........ Es muy tentador querer manipular la voluntad ajena, ¿no?

Mi hija no me hace caso, no es como yo quiero que sea… Entonces, voy y le hago un trabajito energético, tal vez le pongo una venda, le hago un “ligamiento”, ¿por qué no? O, por ejemplo, lo que vemos constantemente en la televisión… lo más común: ¡el amarre! Esa persona que me encanta pero no me presta atención. Entonces, voy y le hago un “trabajito”. Y no voy a entrar en temas religiosos ni nada por el estilo. No es mi intención. Solo quiero compartir mi experiencia porque sé mucho de este tema, ya que fui destinataria de esas prácticas desde que tengo uso de razón. Eso me permitió entender muchas cosas sobre lo que viví, lo que me costó comprender, y cómo esos trabajos pueden llegar a arruinarle la vida a alguien. Ni hablar de los trabajos que buscan generar fatalidades extrañas o traumáticas.

Hoy ya no puedo mirar hacia otro lado y dejar de hablar sobre el tema. Lo evité y callé durante muchos años, pero ahora ya no. No intento convencer a nadie, solo quiero contar cómo lo siente una persona que lo recibe. Hablaré de los síntomas generales y cómo, después, la persona que realiza esos trabajos podría vivir las consecuencias. Solo contaré hechos concretos para que cada uno, desde su propio entendimiento y libre albedrío, saque sus conclusiones y decida por sí mismo.

Desde que entendí lo importante que es el libre albedrío, no se me ocurre convencer a nadie.

La persona que sufre estos trabajos, primero se siente EXTRAÑA, confundida. La confusión es el principal síntoma, aunque curiosamente es lo MENOS evidente a nivel consciente. Otro síntoma es el bloqueo hacia los caminos que querés emprender en tu vida. ¿Por qué? Porque el alma necesita evolucionar, vivir y experimentar. A través de estos trabajos, te dicen: “mamita, hay un solo camino y es el que nosotros te marcamos”. Entonces, todo lo que no encaje con lo que te imponen, involuntariamente queda BLOQUEADO.

Ni hablar de los casos más extremos, como ver presencias que te hablan... y no son cosas amables. O, en tu casa, escuchar ruidos extraños. Estás en tu habitación, en medio de la noche, y escuchás cómo se “estalla” el televisor de la cocina, como si se cayera. Vas a la cocina asustado, pero todo está en orden.

Sueños extraños, pesadillas... los trabajos energéticos, por ejemplo, para los amarres, suelen provocar estos fenómenos. Cuando no tenés contacto con la persona, la extrañas, la deseás ver, la pensás, y te replanteás: “bueno, si lo quiero, es lindo”. Pero después, cuando la ves, te sentís raro, como si te repeliera.

Algunos síntomas comunes son dolores de cabeza y un cansancio extremo. Es como si quisieras dormir todo el día. Pensamientos muy fuertes de autoboicot.

Ahora bien, ¿qué pasa con la persona que manda a hacer estos trabajos? Por lo general, te van a decir que no pasa nada, que todo está bien, que no te ocurrirá nada a vos. ¿De verdad creés que manipular o dañar a alguien porque no se comporta como vos querías no tiene consecuencias? Según lo que entendí, y lo que estudié durante años, porque fui destinataria de esos trabajos, me dediqué a investigar el tema desde chica para ENTENDER por qué no podía aceptar que quienes supuestamente debían amarme y cuidarme lo que realmente querían era MANIPULARME Y DOBLEGARME A SU GUSTO. Y eso lo llamaban amor.

Es un concepto de amor raro, ¿no? Muy narcisista, ¿verdad?

Lo primero que pasa es que esa persona se obsesiona aún más con la situación o con la persona. Al principio todo parece ir bien, pero se trata de un círculo vicioso. Esa persona empieza a tener episodios de mala suerte, cosas que no salen como esperaba, problemas de salud... Y acá viene lo interesante: el residuo de la energía va hacia lo que más deseás, no hacia vos. Si bien podés sentirte mal, bloqueado, es como si te fueran sacando lo que más querés. Y todo el tiempo te volvés prisionero de la necesidad de renovar esos trabajos, porque si no los renovás, todo lo que “construiste” se destruye. Muchas veces, aunque logres captar a la persona que querías, te das cuenta de que ya no la deseás, o de que no es lo que esperabas, o incluso de que la vida que pensabas no era así. La relación, con el tiempo, se acaba, a veces de manera inesperada.

Si algo aprendí de todo esto, es a no juzgar. En mi proceso, lo primero que tuve que hacer fue entender que la gente hace estas cosas desde su nivel de consciencia. A veces hacen lo que pueden. Y ya no me enojo, simplemente digo: “¿Qué voy a esperar de un burro, sino una patada? ¿Por qué voy a perder mi tiempo enojándome?”.

Aunque fui destinataria de estos trabajos (no me gusta usar la palabra víctima, porque creo que esa palabra nos desvincula de nuestra responsabilidad y nos hace sufrir de rodillas por un destino que no elegimos), hoy soy quien soy gracias a todo eso. Con todos los tropiezos que tuve, eternas confusiones, bloqueos horrendos que no se los deseo a nadie, podría estar en otro lugar, quizás en uno mejor. Pero si no me hubiera hecho responsable de mí misma, no sería tan buscadora, insistente (como el caballero de espadas en el tarot ajaja) y resiliente con mi propia vida. No estaría viviendo una vida que elegí, en lugar de una vida que no es mía y que ni siquiera elegí, llena de depresión. Ojo que no romantizo mi vida actual pero saben que, como dijo un cubano muy conocido que no recuerdo su nombre, "la libertad no se negocia" y yo le agrego la paz.

Entonces, si llegaste hasta acá, no te voy a decir “no lo hagas”, ni te voy a decir que tengo la verdad absoluta. No. Busca tu propia verdad, descubrila por vos mismo, como yo tuve que hacer. Fui a miles de lugares buscando "sanarme", y en verdad la sanación ocurre cuando dejamos de ser lo que pensábamos que debíamos ser y comenzamos a ser más nosotros mismos, con errores, defectos, tal como venimos “de fábrica”. Algunos dirán que es un acto de rebelión, pero en realidad, ser lo que sos es honrar a tu alma y honrar tu camino. Nadie tiene derecho a decirte qué hacer con tu vida. Vos sos el caminante, y el camino se hace al andar como dice machado, ja. Sin embargo, también somos responsables de las consecuencias de nuestros actos.

Para terminar, me acuerdo de la bruja de "Jugando con Hugo", un programa de televisión que veía cuando era chica. La bruja decía: "Adelante, elegí. Estoy segura de que perderás… ¡Muajajaja!" Y yo te digo: Elegí, y estoy segura de que aprenderás. ¡Porque siempre aprendemos! No perdemos nunca, siempre aprendemos. Y si no lo aprendemos en esta vida, lo haremos en las que vienen.