🌟 Más de 2,500 consultas realizadas en todo el mundo ✨

¿De donde viene este cansancio?
Hablamos del cansancio del alma y el aprender a esperar. Mensaje de mis Registros Akashicos
Paulina
4/10/20252 min leer


Canalizado el 8/04/25
A veces el cansancio, el abatimiento, la frustración… no vienen de algo concreto. Vienen de no saber de dónde vienen.
Y ahí es donde el guerrero interior —ese que quiere entender todo, cada proceso, cada tiempo sagrado de la vida— se topa con un callejón sin salida.
¿Y si todo puede cambiar de un momento a otro?
De eso se olvidan quienes encarnan este velo temporal… se olvidan de que hay infinitas posibilidades latiendo en cada instante.
¿Y si mañana todo gira a favor? ¿Cómo se sentiría eso?
La transformación profunda muchas veces nos lleva a buscar respuestas… pero las respuestas en el mundo espiritual no llegan como llegan en el mundo de la materia.
¿Podemos confiar a ciegas en que todo está bien, incluso sin tener ni una sola garantía?
Soñar con el bien no es caer en ilusiones. No es esperar una promesa vacía.
Es un acto de fe.
Hay dolores e incertidumbres tan hondos que moldean el alma como a un soldado.
Pero acá no hay guerra.
Acá lo que hay es un encuentro fraternal, profundo y verdadero.
Para mirar hacia adentro, hacia el ser, hay que desapegarse del ruido de afuera.
Esa es la única forma real de conocerse. Con todo lo que uno es: con la risa, con la tristeza, con el amor, con el enojo.
Con todo eso que también somos.
Sí, incluso en los días en que uno se enoja y protesta porque siente que nada tiene sentido.
Esa forma de pensar ya no tiene que seguir. Ya no va con este nuevo presente.
Tal vez la forma de rendirse con confianza es imaginar que “bueno el juez ya lo tiene en su despacho, y lo verá cuando tenga que ser, cuando llegue el momento y sera sagrado”.
No hay que apurar nada.
No hay que presionar.
Lo que es para cada uno, lo va a encontrar.
Y si hay algo sembrado en el alma, no hace falta empujarlo a crecer.
La semilla ya fue puesta.
Y ahora está en la oscuridad y el silencio, haciendo su proceso.
Eso no significa que haya que esperar siglos para verla florecer.
Al contrario: puede pasar más rápido de lo que se cree.
Y va a tomar por sorpresa.
Porque ese… ese es el ingrediente por excelencia de la vida que siempre se olvida:
la sorpresa.